jueves, 2 de julio de 2015

EDUCACIÓN Y DIFERENCIAS






EDUCAR EN RELACIÓN: HACIA LA CONVIVENCIA Y EL RESPETO
PROPUESTA COEDUCATIVA PARA EDUCACIÓN SECUNDARIA
La educación implica relación, pero este hecho no siempre significa que el espacio escolar posea el clima adecuado para que las relaciones fructifiquen, sino que ese clima hay que crearlo, en ocasiones con gran esfuerzo, por toda la comunidad educativa. Por otro lado, educar para la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres es un aspecto de la educación que se nos revela cada vez más como imprescindible para mejorar la convivencia y prevenir la violencia contra las mujeres.
Una iniciativa llevada a cabo por el profesorado integrante del seminario «Educar en relación», es decir, diseñada por y para el profesorado, que persigue que alumnos y alumnas comprendan y respeten la igualdad de oportunidades, a la vez que adquieren algunas habilidades básicas que les permitan resolver pacíficamente sus conflictos, y desenvolverse con autonomía en el ámbito familiar y social.
Carmen Gallego Ranedo
Concejala Delegada de Acción Social y Cooperación al Desarrollo

HACIA LA CONVIVENCIA Y EL RESPETO. UNA PROPUESTA COEDUCATIVA
LA ESCUELA COEDUCATIVA
Hay que reconocer que la escuela coeducadora por la que vienen trabajando muchas personas desde 1970, no existe como tal. Hoy por hoy, es un proyecto de futuro, cuya meta es educar a los chicos y las chicas en relación cooperativa, y no como sucede ahora en la mayoría de nuestros centros, chicos y chicas juntos en un mismo espacio, pero en planos desiguales y en posiciones jerarquizadas. De hecho, por mucho que se predique la igualdad, cualquier análisis mínimamente concienzudo de lo que sucede entre bastidores1 pone en evidencia que el entramado de relaciones, expectativas, presiones, intereses, etc… que se dan en los centros educativos, no es el que desearíamos. Así, en las relaciones entre el alumnado, observamos que las formas «normales de comportamiento» suelen ser la agresividad y la competitividad, en lugar del respeto y el diálogo, y es habitual detectar la fórmula de dominio-sumisión entre unos «iguales» que acaban siendo desiguales por la fuerza de la inercia.
Lo único que hasta el momento se puede considerar como un logro real en materia de género, es la espectacular evolución de las conductas y actitudes de las mujeres más jóvenes con respecto a sus antecesoras, evolución que no se corresponde con un cambio tangible en la sociedad y que, además, contrasta llamativamente con el fuerte inmovilismo de que hacen gala una buena parte de los hombres jóvenes. Todo esto nos lleva a pensar que quizá no era lo queríamos, pero ahí nos quedamos, como mucho en el lamento, seguimos sin abordar en serio este fracaso de la convivencia entre géneros, y sin analizar en profundidad el porqué de la resistencia y la oposición que una cierta emergencia de lo femenino está causando en los chicos y en los sectores escolares más conservadores.

PREVENIR LA VIOLENCIA, MEJORAR LA CONVIVENCIA
Todo cambio conlleva unas consecuencias, y en el caso que nos ocupa las positivas serían las posibilidades que se abren para construir nuevos valores y modelos que transformen nuestra vida para bien, pero indudablemente hay otras negativas, como la resistencia, el miedo y la incertidumbre que se producen ante cualquier crisis. Desgraciadamente, estas últimas parecen traducirse en un aumento significativo de la violencia de género, sin que de momento dispongamos de líneas educativas eficaces para paliarlo. Es cierto que corresponde a toda la sociedad arbitrar medidas para evitar la lacra de la violencia, pero no lo es menos que la escuela es el mejor recurso con que contamos para prevenirla Sin su labor educadora la sociedad quedaría indefensa y a merced de influencias, en muchos casos nefastas, como la de algunos medios de comunicación constituidos en ídolos, o unas familias que se declaran impotentes ante la multitud de mensajes contradictorios que cada día reciben y que demandan ser guiadas por las instituciones educativas. De hecho, en cualquier intento sólido de construir un modelo de relaciones sin violencia se hace imprescindible la colaboración de la escuela.

UNA PROPUESTA DE TRABAJO INTERDISCIPLINAR
«Los conceptos básicos» y el conjunto de todas ellas pretenden proporcionar una base teórica que sirva fundamentalmente al alumnado, pero también al profesorado, para acometer el resto de las actividades. Algunos conceptos básicos como el de estereotipo (que cuenta con unas actividades específicas), conflicto, o violencia, son de obligada reflexión, mientras que otros pueden tener carácter más optativo.





El eje de los contenidos estratégicos presenta un claro enfoque transversal ya que se sirve de éstos de forma estratégica o como apoyo a los objetivos generales. Los contenidos elegidos como herramientas de análisis y adquisición de estrategias serán fundamentalmente tres y entre ellos existe un nexo claramente causal, así podemos enumerar:

ü  Los estereotipos sexuales a través de los medios de comunicación de masas.

ü  Los conflictos de género como consecuencia de los estereotipos sexuales ¿cómo se producen y cómo influyen en las relaciones escolares?

ü  Algunas estrategias básicas para resolver dichos conflictos y superar los estereotipos sexuales discriminatorios.

METODOLOGÍA Y PRÁCTICA
Suponiendo que esta forma ideal de llevar a cabo el proyecto no fuese posible, no descartamos cualquier forma en la que puedan ser realizadas las distintas actividades. A saber:
·         Aunque el nivel educativo para el que están pensadas las actividades es el segundo ciclo de Secundaria, consideramos que algunas pueden también plantearse en los cursos del primer ciclo. También los alumnos de bachillerato las pueden encontrar interesantes, en especial aquellas de análisis de publicidad y series televisivas.

·         No pretendemos que se realicen íntegramente todas las actividades del texto. Nos sentiríamos igualmente contentos con la realización de alguno de los bloques de contenido o incluso de cualquiera de las actividades de forma independiente. Algunas de ellas incluso se pueden incluir de forma puntual en los temarios de lengua castellana y literatura, o procesos de comunicación.
·          El núcleo temático número 3 está pensado para ser aplicado en la orientación de estudios y profesional del cuarto curso de secundaria y puede ser tratado de forma independiente en clases de tutoría u orientación.
·         Muchas de las actividades proponen trabajo en pequeños grupos, exposiciones a la clase o debate abierto. En algunos grupos de secundaria el trabajo en grupo y el debate se hace muchas veces imposible. No vemos mal, por tanto, el que en determinados momentos se recurra al trabajo de reflexión individual. De todas formas consideramos que el diálogo es la mejor forma de trabajar estos contenidos, que en realidad lo que en el fondo pretenden es mejorar las relaciones dentro del grupo.
·          El profesor o la profesora puede considerar que alguna de las actividades no es adecuada para su grupo, es quien mejor lo conoce. Los niveles de dificultad de algunas de las actividades pueden reducirse o ampliarse en función de la madurez o el interés de cada grupo, y lo mismo podemos decir de la extensión de las mismas.
·          De poco sirven estos contenidos si sólo se llevan a cabo dentro del aula y a su alrededor se reproducen los mismos estereotipos que pretendemos eliminar, por eso consideramos especialmente importante que el claustro se ponga de acuerdo en algunas políticas de centro relacionadas con los conflictos de género.

LOS CONCEPTOS BÁSICOS

Con ellas pretendemos aportar varias claves para abordar los capítulos restantes, así como iniciar una reflexión útil en torno a los siguientes temas de fondo:

a)    El análisis de los actuales estereotipos sexuales y de los medios que los transmiten, especialmente de los medios de comunicación de masas;
b)    La visibilización de los conflictos de género que estos estereotipos crean.
c)    El tratamiento adecuado de estos conflictos como forma de prevenir la violencia y de enfocar positivamente las relaciones en la escuela.
Creemos que todo ello necesariamente ha de ser útil tanto para la educación global del alumnado como para mejorar la convivencia y el respeto en los centros educativos.

EDUCAR EN RELACIÓN
Educar es por sí mismo un hecho relacional, o sea, algo que acontece entre dos personas (por lo menos), ya que a la escuela obligatoria además de estudiar, se va a convivir con los que después serán amigos, vecinos, compañeros de trabajo, o simplemente, conciudadanos. Toda la actividad educativa está gobernada por un cúmulo de relaciones interpersonales. Velar por la calidad de estas relaciones revierte directamente en las actividades de enseñanza-aprendizaje y genera espacios en los que resulta prioritario aceptar y comprender la diversidad humana, respetando y siendo respetado, afrontando la vida personal y los conflictos de una manera positiva y colocándonos frente a los demás como iguales en derechos y deberes.

LIBERTAD CULTURAL
La libertad cultural, sin embargo, tiene una particularidad y es que es colectiva en lugar de individual. Es decir, podríamos definirla como el derecho del que goza un grupo a adoptar el modo de vida que desea, siempre y cuando, respete y acate todos aquellos requerimientos y obligaciones que garanticen la convivencia con otros grupos, incluyendo las obligaciones inherentes al ejercicio de los derechos individuales universales. Por tanto, la libertad cultural es una garantía más de la libertad individual.
PODER Y AUTORIDAD
Las relaciones entre profesorado y alumnado son de disparidad y oscilan siempre entre el poder y la autoridad. La escuela se debate hoy en esta contradicción, pues, por una parte, está fuertemente marcada por las estructuras del poder (papeles, notas, normas, horarios, burocracia…) y por otra, la sociedad exige que el aprendizaje se lleve a cabo dentro de un planteamiento democrático, lo que implica el reconocimiento de que el poder esté repartido y entre en procesos de negociación.
Además si sólo aplicamos los instrumentos de poder para llevar a cabo el aprendizaje, la mente del alumnado queda presa en esa lógica, obstaculizando el salto a la autoridad, entendida aquí en el sentido originario de autorictas: «hacer crecer».

IGUALDAD
«La igualdad, además de uno de los valores comúnmente admitidos, es sobre todo una suposición. Y lo es en un doble sentido. Primero, porque a nadie se le escapa que no existe de hecho y que quizás ni siquiera es factible. Segundo, en su sentido más fuerte, porque, del mismo modo que sucede con otras ideas de la Modernidad (el progreso, la solidaridad, los derechos individuales, el contrato social…) el mundo que brota de pensarla es distinto del que existiría si no entrara en el horizonte de lo sabido y deseable. En este segundo sentido, la igualdad es la suposición por excelencia para que la moral sea posible»

DIFERENCIA y DIVERSIDAD
Entendemos por diferencia el conjunto de características propias de cada individuo que lo hacen único y distinto y que nos permiten distinguirlo de entre todos los demás. Accidentalmente somos distintos, pero esencialmente somos iguales, sin embargo «la diferencia puede ser, y de hecho, ha sido utilizada como punto de apoyo para la desigualdad, pero esto es algo que carece de fundamento. De un hecho diferencial como tener uno u otro sexo, ser de una u otra raza, tener más o menos fuerza física, etc., no se sigue lógicamente la necesidad de un trato desigual de los sujetos así diferenciados»

CONFLICTOS DE GÉNERO
«Se dice que los conflictos existen, pero se razona como si no existieran»,15 esto es particularmente visible en los conflictos por razón de género que se dan en la escuela, un tema muy poco estudiado y casi siempre solapado dentro de las relaciones. Quizá por ser poco visibles la comunidad educativa no reconoce que, en muchas ocasiones, lo que se da entre chicos y chicas es una confrontación de intereses y una lucha por imponerse como grupo o por dominar en un determinado espacio.

ESTEREOTIPOS SEXUALES
Los estereotipos relativos a las diferencias sexuales no han provocado tensiones tan violentas como los raciales o los nacionales, pero no por ello están menos arraigados. El contenido de los estereotipos sexuales depende de diversos factores culturales y es distinto según las sociedades. En nuestra cultura los estereotipos masculino y femenino son bipolares y complementarios, lo que quiere decir que se atribuyen a las mujeres cualidades o debilidades que se niegan a los varones y viceversa.

VIOLENCIA
Es un uso deshonesto y oportunista de poder sobre otra persona, un conjunto de comportamientos, a veces institucionalizados, de alguien que utiliza abusivamente su poder para lograr dominio y control sobre otra persona o para obligarla a hacer algo que ella no quiere. La violencia quita a la víctima poder personal, anulándola, forzándola, humillándola, limitándola…, y busca someterla o lograr su obediencia provocándole daño físico y/o moral al atentar contra su cuerpo, mente, autonomía, dignidad, privacidad o libertad.

MALTRATO ENTRE COMPAÑEROS/AS (BULLYING)
Término anglosajón que se refiere a una amplia gama de conductas violentas desarrolladas entre iguales, especialmente en ámbitos escolares, como son las agresiones físicas continuas entre compañeros, rechazo social de algún chico/a, exclusión del grupo, y/o intimidación psicológica.

EL VALOR DE LOS VALORES
Cuando nos enfrentamos a las cosas no sólo hacemos con respecto a ellas operaciones intelectuales, como comprenderlas, compararlas o clasificarlas, sino que también las estimamos o desestimamos, las preferimos o las relegamos, es decir, las valoramos.

LA RELACIÓN CON UNA MISMA. LA IDENTIDAD
Construir la propia identidad, o lo que es lo mismo, reconocerse a uno/a mismo/a como alguien diferente a los demás, siempre es un proceso complejo y contradictorio que conlleva enfrentarse a múltiples problemas durante toda la vida. En este proceso, el sexo juega un papel determinante, pues los modelos de hombre y de mujer han sido definidos como dos polos complementarios y opuestos. Hoy, se sigue debatiendo sobre si hombres o mujeres nacemos diferentes o nuestras diferencias son de educación y de cultura, pero para mejorar nuestra convivencia no es eso lo que importa, sino entender que la manera de relacionarse de las mujeres es diferente de la de los hombres.
LA RELACIÓN CON LOS DEMÁS. LA CONVIVENCIA

En la escuela se puede observar que los conflictos entre las chicas y los chicos adolescentes1 responden en su mayoría a sus diferentes formas de relacionarse. Sin embargo, lo que se les dice es que son iguales y que deben comportarse igual. Presas de esta contradicción y sin saber cómo sobrellevarla, chicas y chicos se relacionan entre sí como pueden. Por eso no es de extrañar que algunas chicas se desplacen hacia lo que se ha venido entendiendo como el mundo de los hombres y para obtener valor y reconocimiento adopten la competitividad y la fuerza bruta como modelo, mientras que otras se refugian en un modelo tradicional y tratan de hacerse visibles por medio de la seducción sexual o la manipulación. A su vez, los chicos, educados en la lógica del poder y la agresividad, no acaban de entender lo que se espera de ellos y viven el creciente protagonismo de las chicas como una amenaza a su identidad, lo que en ocasiones les lleva a reaccionar violentamente.

La amistad es un bien maravilloso y gratuito. Es decir, no tiene precio, pero sí, un gran valor. Por algo se dice, que «quien tiene un amigo/a tiene un tesoro». Sin embargo, es un bien muy frágil, es decir, una vez que ha surgido hay que saberlo alimentar y mantener. Amistad no quiere decir que se esté de acuerdo en todo. Tampoco que no surjan conflictos entre las partes, pero si se es capaz de respetar esas diferencias y de resolver los conflictos de forma que podamos reparar nuestros fallos y reconciliarnos sinceramente con la amiga o el amigo habremos salvado nuestra amistad.

Los modelos tradicionales de hombre y mujer han entrado en crisis en las últimas décadas, debido a varias razones: en primer lugar, la mujer ha ido teniendo acceso a puestos de trabajo de cada vez mayor consideración social y económica, incluso en terrenos como la política, la justicia o el ejército, antes exclusivamente masculinos. Por otro lado han ido apareciendo nuevas formas de familia diferentes a la tradicional que han puesto en duda el papel del cabeza de familia. Las madres trabajan con normalidad fuera de casa, es habitual encontrar familias en las que los padres están separados y cada vez hay más personas que viven solas o en pareja homosexual.

Los protagonistas de la nueva publicidad rara vez se parecen a las personas que conocemos, sino que intentan ser aquellas personas a las que querríamos parecernos o que nos gustaría conocer. Por eso son personas jóvenes, atractivas y con una vida aparentemente feliz. Es la forma en la que la publicidad vende sus productos, no sólo se trata de que compres algo por su utilidad, sino que al mismo tiempo tengas la sensación de ser más aceptada/o por las personas que te lo están ofreciendo.

Las palabras que utilizamos como expresiones coloquiales o exclamaciones tienen toda una carga de sexismo importante. Los análisis que expertos lingüistas han hecho acerca del significado que curiosamente tienen las palabras dependiendo de si se usan en masculino o en femenino (ej. un hombre público – una mujer pública, zorro – zorra, ...), o de la diferente consideración social que le damos a un hecho según si lo realiza un hombre o una mujer (por ej. emborracharse, salir con una persona del sexo opuesto 20 años más joven, ...), son extraordinariamente reveladores. Todas estas circunstancias hacen del lenguaje, que es la expresión del pensamiento y por tanto la expresión de todas ellas, un arma cargada de sexismo y de machismo. Sin embargo, esto no es irreversible, ya que el lenguaje es una creación humana y lo mismo que refleja una realidad no igualitaria también puede hacer lo contrario, es decir, servirnos de herramienta para cimentar profundamente los valores del respeto y el reconocimiento a los demás.



LA RELACIÓN CON EL TRABAJO. LA PROFESIÓN

Hoy, dan situaciones que entrañan discriminación para las mujeres, y también, casos en que se discrimina a los hombres. Todavía se habla de profesiones femeninas y profesiones masculinas, de profesiones que están desarrolladas casi en su totalidad por hombres (generalmente las que requieren fuerza física y dotes de mando) y de profesiones que casi siempre son desarrolladas por mujeres (sobre todo las relacionadas con la limpieza, la educación o el cuidado y la atención a las demás personas). Incluso se oyen casos en los que se paga diferente salario a mujeres y hombres aunque realicen el mismo trabajo lo cual, según el Estatuto de los trabajadores, es ilegal, aparte de injusto.
La división del trabajo en función del sexo limita y perjudica a los individuos, porque además de coartar su libertad, condiciona la vida y el pensamiento. Por eso, es fundamental entender que «las profesiones no tienen sexo», que no hay trabajos apropiados para chicas, y trabajos apropiados para chicos, y que la elección de la profesión debe hacerse siempre de acuerdo con las aptitudes, la formación y las preferencias de cada cual, y teniendo siempre en cuenta las ofertas existentes en el mercado laboral y las necesidades de la zona en que se vive.
Para que la igualdad de oportunidades y la no discriminación laboral sea una realidad es fundamental que hombres y mujeres se apoyen, colaboren y compartan las responsabilidades y las tareas domésticas, o lo que es lo mismo, se repartan equitativamente el empleo del tiempo de trabajo, y así, puedan disfrutar ambos del tiempo libre y del ocio.

A DECIDIR TAMBIÉN SE APRENDE

Tomar una decisión es siempre una experiencia personal de la que se pueden aprender muchas cosas valiosas. Elegir una profesión es una de las decisiones más importantes de la vida, ya que de ella dependerá en buena parte el tipo de trabajo que después vayas a realizar. Para tomar una buena decisión hay que saber distinguir lo importante de lo accesorio y, aunque hay veces en que esto último es lo más atrayente, es un error dejarse llevar por las modas, por lo que hacen tus amigas o amigos y por cosas ajenas a tus aptitudes, como el prestigio social o idealizaciones sin fundamento. Piensa en cuáles son tus mejores capacidades, qué es lo que te cuesta menos esfuerzo y con qué cosas te sientes más identificada/o. Sigue tu intuición, pero no menosprecies otras herramientas, que también pueden resultarte útiles, como el apoyo de tu familia, una buena información, la orientación de tus profesores y profesoras, etc.




LO QUE SÍ DICEN LAS CIFRAS

Las actividades humanas han sido tradicionalmente divididas en trabajos productivos y trabajos reproductivos y han venido siendo realizadas separadamente por hombres y mujeres en dos espacios separados, el público y el privado; dos trabajos y dos espacios a los que se les ha atribuido un valor social distinto.
Esta división ha tenido consecuencias muy negativas para la valoración del trabajo femenino, una de ellas el hecho de que durante mucho tiempo las actividades realizadas por las mujeres no fueron consideradas como trabajo (de ahí la denominación de «inactivas» que se da a todas aquellas mujeres que no forman parte del mercado laboral).
Hoy, las opciones académicas y profesionales, al menos en teoría, no están separadas en función del sexo y se reconoce que el trabajo remunerado es importante también para las mujeres, sin embargo, los alumnos siguen siendo orientados exclusivamente hacia la carrera profesional y el empleo (lo que les lleva a descuidar otras facetas de la vida como la personal y la familiar), mientras que a las alumnas se les supone una necesidad de compaginar su posible empleo con las responsabilidades de la vida familiar (lo que en muchos casos deriva en una doble jornada de trabajo o las sitúa en una clara desventaja respecto a sus colegas masculinos).

Creemos que es importante conocer, de cara a la orientación laboral, lo que otros estudiantes del mismo Centro educativo han hecho a la salida de su etapa obligatoria o post-obligatoria. La orientación por medio de lo que otros han hecho, puede servir al estudiante para saber qué trabajos tienen más futuro o qué estudios tienen más salidas. Lo que han hecho otros de nuestra misma edad siempre es una excelente guía, para bien o para mal. Así mismo, es conveniente conocer bien el entorno socio-económico del Centro y las características del mismo (IES con Bachillerato, IES sólo con ESO, IES con ciclos, y qué ciclos, colegio privado o privado concertado), pues muchas veces el alumnado desconoce la oferta de su propio centro educativo.
El que los propios alumnos y alumnas sean conscientes de las salidas que toman sus ex-compañeros y de cómo se han producido, puede ser un acicate a la hora de tomar una decisión cuando llegue el momento.







SE BUSCA PERFIL PROFESIONAL

La realidad social está dando muestras de que el mundo laboral está cambiando aunque de forma muy lenta. Podemos encontrar ya en nuestras calles autobuses conducidos por mujeres, las estadísticas de colaboración en las tareas domésticas se mueven ligeramente hacia un equilibrio aún lejano, podemos encontrar una fontanera, la justicia puede ser impartida por una jueza, en fin, que, aunque todavía lejos de la realidad igualitaria de ambos géneros en todos los sectores laborales, algo se empieza a mover y ya no es noticia de primera página que una mujer desempeñe esta o aquella actividad económica.
Una de las más importantes influencias en estos cambios la encontramos en la toma de conciencia de las mujeres y de los hombres acerca de sus capacidades. Lo que una persona puede hacer no siempre coincide con lo que la sociedad dice que puede hacer. Por ello es necesario analizar los estereotipos que, acerca de las capacidades, transmite el entorno laboral tradicionalmente.


LO QUE QUEREMOS
Lejos de la elección bombero-enfermera que hace ya unos años hacíamos chicos y chicas ante la pregunta ¿qué quieres ser de mayor?, hoy nos encontramos con que nuestro alumnado tiene modelos profesionales muy cercanos y que ellos califican como de «pringaos», referidos a la profesión de docente, por citar un ejemplo, o de «enrollaos», referidos a los trabajos donde el dinero rápido sin ataduras temporales del estudio post-obligatorio es el patrón a la hora de «elegir» una profesión, y téngase como ejemplo el de camarero/a, cajera, dependienta, peón, etc.
La falacia del dinero rápido y la felicidad hace caer en la trampa a miles de jóvenes adolescentes. En ese mundo donde ahora muchos ya no quieren atarse al estudio post-obligatorio, las ofertas de trabajo precario son abundantes y encontrar un trabajo mal pagado (pero pagado) y haciendo muchas horas, no es difícil.
Pero esa falta de formación en nuestros jóvenes también alimenta la discriminación laboral: ellos son peones de obras, aprendices de profesionales, carretilleros, etc.; y ellas son promotoras de hipermercados, cajeras de supermercado, dependientas u operarias de envasado, por ejemplo. El estereotipo se alimenta.



ALGUNAS IDEAS SOBRE POLÍTICA COEDUCATIVA DE CENTRO
Nuestra opinión es que para coeducar, es decir, para producir realmente aprendizaje coeducativo, no nos podemos quedar sólo en impartir una serie de lecciones necesarias sobre el tema del género, ni realizar algunas actividades sin conexión con el currículo del alumnado. Debemos ir un poco más allá y modificar en lo posible el entorno de aprendizaje para que este sea realmente coeducativo.
Cuando la Ley de Educación de 1970 modifica la composición de los centros (junto con todo el sistema educativo) y los convierte en mixtos, no se preocupa de modificar las condiciones prevalentes en ellos, lo único que indica la ley es que los alumnos y alumnas pueden ir juntos a clase y que los centros educativos deben aceptar en sus aulas a alumnos y alumnas por igual. Esta modificación legal produce centros de secundaria en los que ponemos juntos a chicas y chicos en pretendida igualdad. Sin embargo, enseguida se puede detectar en ellos la aparición de los clichés que han regido hasta entonces la educación masculina y que para nada han sido modificados, a pesar de algunas modificaciones respecto a las materias a impartir, como es el caso de las EATP (Enseñanzas Artístico-Técnico-Profesionales), especie de cajón de sastre en donde cabían por igual la Plástica y el Hogar, y que aparecen en los Institutos como obligada oferta junto con otras materias de distinta índole.

CONTENIDOS CURRICULARES O PROGRAMACIONES DE LAS ÁREAS Y MATERIAS
El alumnado observa y recibe todos los días un buen número de informaciones en el centro a través de diversos medios. Si el profesorado no se ha planteado previamente la cuestión de género a la hora de desarrollar el currículo es muy posible que los estereotipos de género formen parte de su currículo, no ya del oculto, sino del currículo oficial que se imparte.
Algunas materias en particular tienen una gran labor por delante y, de hecho, de algunas de ellas podemos encontrar abundante bibliografía sobre el tema, como es el caso de la Educación Física, materia en la que un gran número de profesorado se ha implicado en la búsqueda de opciones más coeducativas.
Es cierto que podemos encontrarnos con problemáticas muy diferentes en cada materia y ello nos obliga a reflexiones muy diferentes, incluyendo la selección de los materiales a utilizar, así como las propias programaciones de actividades. No se trata sólo de los contenidos sino de las estrategias a utilizar y de los elementos que evaluamos.



ORIENTACIÓN
La labor de orientación del alumnado puede llegar a ser la columna vertebral del trabajo de tutoría y del trabajo general del propio centro. Los centros educativos de secundaria tienen dos personalidades bien diferenciadas:
Por una parte son centros «de paso» en la formación del alumnado que se orienta a estudios superiores universitarios.
Por otra parte, y ésta la consideramos más importante, son centros terminales de formación para una gran parte del alumnado, cada vez mayor: aquellos que, o bien salen al mundo laboral con el título o el certificado de Secundaria Obligatoria (16 años) o bien estudian los ciclos medios o superiores de formación profesional, obteniendo así la formación suficiente para ejercer una profesión cualificada.
La orientación educativa y laboral que permite al alumnado realizar la elección de forma más eficiente, con información suficiente y mediante diferentes estrategias, no está exenta de estereotipos de género, más agudizados cuanto más próxima al mundo laboral se realice la orientación. La mera observación del entorno sugiere una cierta «clasificación» de las profesiones según el género, es decir que, inconscientemente se asigna sexo a las profesiones. Los centros educativos y formativos deberían desarrollar estrategias de orientación que eliminen estas discriminaciones por género, pero no basta orientar de forma «aséptica» como se nos dice en algunos casos, es necesario contrarrestar la información que el entorno le da al alumnado, es necesario hacerles conscientes de que la sociedad tiene una estructura que no es monolítica y que, aunque las mujeres se han ido incorporando al mundo laboral casi por la puerta de atrás, desarrollando aquellas profesiones abandonadas por los hombres, es necesario y posible modificar la composición de los distintos sectores laborales en cuanto a género.
Y en la cuestión de la orientación no debemos dejar de lado la orientación personal, presente no sólo en las tutorías sino en cada momento que el alumnado está presente en el centro. Es importante que, en el periodo vital en el que se encuentran nuestras alumnas y nuestros alumnos, seamos capaces de acompañarlos en el reconocimiento y desarrollo de su identidad femenina y masculina. El centro debería desarrollar acciones que permitieran a los y las alumnas el desarrollo de su identidad, considerando que, según todas las investigaciones del momento, no sólo la identidad femenina clásica está en cuestión sino que la identidad masculina se encuentra sometida a fuertes contradicciones a las que algunos expertos y expertas achacan incluso el aumento de la agresividad y la violencia de género. Introducir la coeducación como materia, o al menos como parte de alguna materia, sería fundamental dado que permitiría a todo el alumnado el acceso a actividades no dependientes de las acciones de tutoría.

ACCIONES DE CENTRO
Denominamos así a diversas acciones que puede y debe emprender un centro respecto a diversas cuestiones de la vida académica y de relación que inciden en la coeducación real.
Entran aquí aspectos como la gestión de espacios y recursos, los protocolos de resolución de conflictos, la programación de actividades extraescolares, etc.





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